Su entrenador dio una perorata a sus jugadores a lo largo de la semana con el mensaje de que para alcanzar la cuarta plaza había que ganar a domicilio. San Sebastián era el primer viaje del camino de la evolución. La derrota del Sevilla y la «equis» entre Villarreal y Valencia ponían la clasificación a favor del once rojiblanco. Todo salió perfecto.
Soportado el maratón de fracasos ante los grandes rivales de la Liga, el calendario era favorable a los atléticos. No podían desperdiciar muchas oportunidades más.
Y eso que la Real les arrolló durante la primera media hora con un fútbol de ritmo vertiginoso, dirigido por Griezmann, Zurutuza y especialmente por Xabi Prieto. la reacción visitante fue descomunal. Agüero diio el pase que Forlán convirtió en el 1-1 rápidamente y rubricó el 1-3 con un tiro colocado. Zurutuza puso emoción con el 2-3, pero Simao, de penalti, remachó la faena gloriosa.
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