La primera mitad estuvo tan entretenida como trabada. Un calco en el juego de donostiarras y valencianos, que entremezclaron las jugadas a la contra con los ataques hilvanados y tramos que se perdieron en las imprecisiones forzadas y lo bronco. Lo mejor fue la firma de los goles que se marcaron. Xabi Prieto dejó un golpeo exquisito para trasformar un penalti muy riguroso en su sanción. El otro latigazo fue el del argentino del Valencia Tino Costa. Zurdazo de falta que fue a la escuadra.
Lo peor para los de Emery con el comienzo del segundo acto fueron las sustituciones forzadas por lesión. César volvió a caer, pero se le unió David Navarro. El guión se mantuvo en lo mostrado en el primer tiempo respecto a los trabado, a las imprecisiones y, por momentos, por los miedos a no perder. Pero Emery aguantó con sus dos puntas. Cuando el partido se iba al empate final apareció Aduriz para mandar a la lona a la Real.
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