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Líder y haciendo valer sus galones, el Betis se adelantó antes del primer cuarto de hora con un gol de Salva Sevilla, con algo de fortuna y la ayuda de un defensor del equipo madrileño. A partir de ese momento todo fue rodado para los sevillanos, pese a que los goles de la tranquilidad aún tardarían en llegar.
Tras la reanudación, el Betis sólo necesitó poco más de diez minutos para sentenciar. Marcaron Beñat, Rubén Castro y Emaná, transformando penalti a lo Panenka. El Betis se distancia en la clasificación.
El Rayo mostró buenas maneras y gran disciplina, pero careció de efectividad ante el marco contrario. Betis y Rayo demostraron en los primeros cuarenta y cinco minutos -pese a las pésimas condiciones del terreno de juego- sus condiciones de equipos aspirantes al ascenso de categoría, y aunque el juego no tuvo mucha brillantez la incertidumbre del resultado dio emoción al choque.
Con el uno-cero el Betis decreció en su intensidad y el Rayo se hizo prácticamente con el control del partido. Tocó y tocó, pero sus opciones se difuminaban ante la seguridad de la cobertura bética, especialmente en sus centrales.
En el segundo tiempo el Betis aprovechó las debilidades del Rayo en la defensa -pese a que el técnico José Ramón Sandoval había "quemado" sus naves con los tres cambios- y sentenció.
El argentino Armenteros, en el minuto 63 puso a prueba a Goitia, que neutralizó en dos tiempos, la parada del partido, con lo que las opciones vallecanas se esfumaron.
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