Los de Pep Guardiola no pudieron romper la estadística de dos años sin ganar a los castellonenses y el resultado aprieta la tabla, en la que el Real Madrid podría igualarles a puntos si consigue mañana la victoria frente a Osasuna (21.00 horas). El conjunto culé acusó las bajas de Keita y Touré, en la Copa de África, unidas a la de Messi, que disponía de más días de vacaciones, y demostró un juego espeso y poco creativo. Con todo, los barcelonistas fueron los primeros en adelantarse gracias a una buena combinación.
Un centro de Alves desde la banda derecha fue empalmado por Henry en una espectacular volea que se estrelló en el larguero y Pedro, atento al rechace, acertó a rematar frente a Diego López. A partir de ahí, el Villarreal se hizo dueño del juego y desperdició varias ocasiones de la mano de David Fuster. Guardiola apostó por el joven Jonathan dos Santos para acompañar a Busquets y Xavi en el centro del campo, pero el experimento no dio sus frutos y se vio traducido en un Barça sin ideas, que durante muchas fases del encuentro se vio superado por Marcos Senna y Bruno.
La salida de Iniesta, que volvía tras su lesión, mejoró la fluidez del juego azulgrana y fue entonces cuando el dominio de los culés se intensificó. No obstante, el Barcelona no terminó de enlazar su juego, y faltaron ideas en los últimos metros. Sólo los disparos lejanos inquietaron a los castellonenses, que dispusieron de la mejor ocasión del encuentro, a falta de unos minutos para el final, cuando Puyol salvó bajo palos un remate de Rossi.
Por otro lado, en Mestalla el Valencia logró una agónica victoria (1-0) frente al Espanyol, gracias a un gol de Nikola Zigic en el descuento, que deja los tres puntos en la ciudad del Turia tras dos empates consecutivos. El conjunto de Unai Emery sufrió para llevarse un partido que mereció ganar desde el principio, pero el desacierto de los delanteros a punto estuvo de costarle dos puntos.
Villa, que estuvo muy activo durante todo el encuentro, desperdició algunas ocasiones y el propio Zigic envió un cabezazo al palo. El serbio fue el revulsivo que necesitaban los levantinos, que veían cómo poco a poco el Espanyol ganaba terreno y lanzaba peligrosos contraataques, en un partido muy trabado en el que Jordi Alba había sido el jugador más destacado de la primera parte, junto a Kameni.
En la última jugada del encuentro, Joaquín lanzó un preciso centro cruzado desde la banda derecha que Zigic remató entrando en carrera al fondo de la portería. El equipo que dirige Mauricio Pochettino vio cómo se le escapaba un punto que habían trabajado durante todo el partido, mientras que la euforia se adueñó de los valencianistas que se mantienen sólidos en los puesto que dan acceso a la Liga de Campeones.
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