Ya desde el inicio, a los 3 minutos, Higuaín abrió la lata. Fue el comienzo de una serie de llegadas, de jugadas buenas de equipo, de constantes pases sin recibir presión alguna del equipo visitante, y que tuvo su recompensa con dos dianas de Rafa Van der Vaart, casi consecutivas, y que volvió a demostrar que Kaká tiene que seguir peleando para ganarse el puesto. A los cinco minutos, en el 34', segundo gol del "Pipita" Higuaín y, con él, al descanso.
El Real Madrid siguió encontrándose agusto, tremendamente cómodo, y los cambios, en un partido donde todos querían marcar, permitieron que los de Pellegrini mantuvieran su peligro ofensivo. Cristiano Ronaldo puso su sello con un gol de bonita ejecución dentro del área y Benzemá, que salió durante la segunda mitad, tras jugar un partido curioso, puso la guinda.
El Real Madrid volvió a jugar en la línea de los últimos encuentros: juega bien, se entiende entre líneas, gusta a su público, y hace goles. Acaba el año a dos puntos del Barcelona. El Real Zaragoza, de suspenso bajo cero: frío, como la temperatura que había a pie de césped, y a la espera de un nuevo entrenador que le saque de los puestos de descenso.
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