El planteamiento impuesto por el seleccionador nacional sorprendió con la inclusión en el doble pivote del once del barcelonista Sergio Busquets en detrimento de Cesc Fábregas. El 'gunner' se quedó fuera al inicio pese a pasar por un gran momento de forma -cuenta como aval sus once dianas al comienzo de este curso-, y pese a su buen hacer en sus últimas comparecencias con la elástica carmesí.
Por su parte, el cuadro de Diego Armando Maradona se presentó ante el regocijo de 4.000 seguidores argentinos con su mayor arsenal, con un bloque en el que sobre la pizarra sobresalían uno de los mejores jugadores del momento, Leo Messi, y sus compañeros en el ataque, también militantes en la Liga BBVA,Gonzalo Higuaín y Maxi Rodríguez.
El comienzo del choque respondió a las expectativas. El conjunto español, fiel a su estilo, abordó la posesión del balón, mientras que los sudamericanos, esperaron agazapados en busca del contragolpe. De este modo llegaron las primeras ocasiones en favor de los locales a través de las conexiones rápidas entre la dupla blaugrana, Andrés Iniesta, Xavi Hernández, y la valencianista, David Silva, David Villa.
Fruto de estas combinaciones entre los 'bajitos' en los primeros compases del encuentro, la selección visitante fue achicando en la retaguardia, lo que propició una jugada académica que acabó con el disparo cruzado de Silva dentro del área, que, pese a desbaratar el cancerbero Sergio Romero, acabó con el primer tanto de la noche al aparecer Xabi Alonso para remachar con el primer cuarto de hora cumplido.
Tras esto, la selección española continuó con el asedio mientras que la albiceleste navegaba a la deriva en un escenario en el que los espectadores fueron celebrando la fiesta con continuas olas. Con la superioridad manifiesta de los de Del Bosque, la zaga sudamericana acrecentó la dureza -alterada por la paciencia en el mimo del esférico de la 'Roja'- en los cortes y se fueron cargando de amonestaciones que, a la postre, la dejaron mermada para el resto del partido.
Mientras Villa e Iniesta disfrutaron de dos claras tentativas sobre el arco rival, los pupilos del 'Pelusa' aprovecharon su situación en tricheras para asestar una mordedura con la firma del jugador del Benfica Ángel Di María, aunque la ocasión, que fue la única de gran peligro de los invitados al encuentro en esta primera mitad, se perdió por alto de la meta defendida por Casillas por cuestión de centímetros.
En el segundo parcial, Argentina mantuvo su presión asfixiante en la zona de elaboración española con sucesivas faltas -muchas de las cuales no fueron pitadas dado el carácter amistoso del compromiso-, y fue bloqueando la alegría en el juego del bloque nacional -en la que solamente pudo subsistir a ello un participativo Iniesta-, lo que les concedió oportunidades tímidas lideradas por el madridista Higuaín.
Ante esta nueva situación, un robo de balón del atlético Maxi Rodríguez en el área a Raúl Albiol -que entró por Carles Puyol tras el descanso- permitió a los visitantes gozar del premio con una pena máxima que convirtió el nuevamente desaparecido Messi, que pese a este tanto, no consiguió brillar con una camisola diferente a la que luce en la Ciudad Condal.
A partir de las 'tablas', y con la liberación de los argentinos tras su discreta actuación, las imprecisiones sustituyeron al toque, lo que obligó a España a cambiar de dibujo. Con las incorporaciones de Álvaro Negredo, Juan Mata y Jesús Navas -que defendió por primera vez los colores de la absoluta-, el nuevo ámbito de creación se desplazo a las bandas, en una acertada alternativa impuesta por el seleccionador español.
Gracias a ello, la 'Roja' dispuso de nuevas oportunidades. La primera tras un paso frugral por la cabeza de Sergio Ramos, la segunda, tras disparo en la frontal de Negredo, y la tercera, esta vez con éxito, a partir de una jugada que acabó tocando la mano del sancionado Demichelis, y que terminó con un penalti anotado por la escuadra por el goleador de la noche, Xabi Alonso.
Un último vendaval de los nacionales cerró con buen sabor de boca la fiesta con color bermellón y situó nuevamente a los de Del Bosque en la cúspide internacional como la mejor selección en el Ránking FIFA, condición que adquirió tras su victoria en Austria y Suiza, y que cedió anteriormente el pasado 1 de julio en favor de Brasil.
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