El Oporto no se amilanó y salió con intención de llegar hasta el área rival. Una falta frontal y un disparo peligroso de Moutinho, despejado a córner por Valdés en el minuto 6, fueron sus dos primeros avisos. El Barça reaccionó y Pedro tuvo en sus botas el 1-0 cuatro minutos después. Estaba mucho más adelantado que la defensa portuguesa pero le cayó un balón mal despejado de un rival que deshacía el fuera de juego pero su vaselina se marchó por encima del larguero. Messi y Villa acompañaban al extremo pero no pudieron hacer nada.
El partido se fue afeando para el Barcelona. No acababa de mover el balón con precisión. La defensa adelantada portuguesa anulaba los desmarques de la delantera azulgrana dejándoles contínuamente en fuera de juego. El rival amenazaba a cada balón parado aprovechando su mayor altura: solo Keita y Abidal podían pelear en condiciones los balones aéreos. Y para complicarlo aún más el campo presentaba cada vez más baches.
El campeón portugués también perdió peligrosidad. El Barça fue ganando terreno. Xavi disparó desde la frontal pero Helton prolongó el balón por encima del travesaño a una mano. Iniesta trataba de ser más influyente en el juego y eso son siempre buenas noticias para el fútbol. Pedro presionó a Souza que dio un imperdonable pase atrás en donde estaba Messi que solo tuvo que recortar a un desesperado Helton para anotar el 1-0 en el minuto 39. Primer gol del argentino en su tercer partido de Supercopa europea y en un momento psicológicamente importante.
El equipo portugués no tuvo tiempo para reaccionar y el instinto asesino del Barça le mantuvo rondado el área portuguesa. Una pérdida de Abidal, que pudo convertirse en un 2 contra 1 luso, fue enmendada por Mascherano en un rápido corte. Y de ahí se llegó al descanso.
Ya repuestos del gol, el Oporto se volcó al ataque en la reanudación del partido. Moutinho y Guarín dispararon con peligro pero Abidal y Valdés despejaron a saque de esquina y Gua. El árbitro se equivocó en la jugada siguiente al pitar una falta a favor del Barça y no conceder la ley de la ventaja. Villa y Messi se quedaban solos.
El delantero asturiano remató con peligro en uno de sus incursiones por la izquierda. Pero no pudo hacer más ya que Alexis Sánchez le sustuyó en el minuto 60. Justo antes Pedro, tras un genial pase de Messi, perdonó el 2-0 al entretenerse en el área y perder la pelota ante un rápido Helton que se adelantó a sus dudas. Guardiola introdujo a Busquets (por Adriano) como central y Abidal recuperó su posición habitual como lateral izquierdo.
Un error de Mascherano y Valdés en una alocada salida fuera del área dio un buen susto a la zaga azulgrana. Afortunadamente Abidal pudo impedir que Hulk aprovechase el regalo. A falta de 15 minutos Pereira realizó un doble cambio. Belluschi y Fernando tomaban el relevo en el ataque blanquiazul. Hulk se ubicaba como '9'.
El Oporto reclamó penalti de Abidal a Guarín. Hubo contacto, ya que el francés se adelantó demasiado el balón y chocó con el rival, pero el árbitro no lo consideró como falta y dejó seguir. Rolando fue expulsado al ver la segunda tarjeta amarilla en el minuto 85. Había detenido una contra mortal de Messi con una clara falta.
Con uno más Messi puso un magnífico balón al área para la llegada de Cesc Fàbregas que controló con el pecho y fusiló, sin dejarla caer, el 2-0. Era la sentencia, pero Guarín se excedió en la presión a Mascherano y su fuerte entrada vio la amarilla. Era la segunda y el Oporto acabaría el partido con nueve. El Barça lograba un nuevo triunfo.
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