El partido no pudo comenzar mejor para el Valencia. Antes de que se cumpliera el primer minuto, Toño se alió con Soldado para que el equipo de Emery se viera con ventaja. No se había visto el primer minuto de juego en Mestalla en el nuevo curso y ya iban ganando. Parecía que la sombra de la marcha de Juan Mata iba a ser menos alargada de lo que se esperaba. Un regalo bajado del cielo para echar una mano.
No le duró mucho la felicidad a Mestalla. El propio Soldado engañó a Guaita a los cinco minutos y puso el empate. Ahora sí que comenzaba el partido. Dos regalos, uno para cada bando y a empezar a jugar. El intercambio sentó mucho mejor al Racing. El equipo de Cúper ahogó la salida valencianista y con su presión hizo mucho daño a la contra. El Valencia se estrelló una y otra vez por el centro, sin encontrar salida por las bandas.
Era lo esperado por el Racing. Lo que tenían pensado y lo que había trabajado Héctor Cúper. El sello del técnico argentino ya se nota vislumbra en Santander. Seriedad, líneas muy juntas para intentar sorprender con mucha velocidad arriba. Acosta puso por delante al conjunto cántabro tras una contra perfectamente llevada por Arana. Mestalla se temía lo peor aunque todavía quedara mucho tiempo.
El descanso sirvió para que Emery le diera la alternativa con el Valencia a Sergio Canales. El técnico metió un doble cambio, el ex del Madrid y Tino Costa y dejó a Bernat y a Ricardo Costa en la ducha. Un mensaje directo a sus jugadores, para intentar darle la vuelta al partido. El Valencia mostró más garra, cambió el carácter y tuvo más ritmo al mover el balón para llegar con más peligro a la portería de Toño.
Pero fue el Racing el que volvió a mover el marcador. El Valencia estaba más espabilado pero para remontar tenía que asumir riesgos atrás. Y eso le costó un nuevo disgusto en forma de contra cántabra. Esta vez fue Adrián el que inundó de pesimismo el ambiente al hacer el tercer tanto al culminar otra contra en la que no pudo hacer nada Guaita. La remontada parecía imposible y todos los pensamientos viajaban hacia Londres.
Aunque el equipo de Emery había cambiado de aspecto y estaba con mucha fuerza. Todo invitaba a lo peor pero la suerte hizo que sólo pasara un minuto para que Ramí acortara. Con el 2-3 todo era posible. La esperanza volvía a las gradas de Mestalla. Difícil pero la imagen estaba siendo mucho mejor. Al Racing sólo le quedaba seguir igual y confiar en que no llegara el empate o algo más. Jonas, con un disparo al palo, Ramí, de nuevo con un cabezazo en un saque de esquina, y Soldado, que no acertó en el área pequeña, llevaron la angustia a la portería de Toño pero el gol no llegaba ante un Racing cada vez más cómodo.
Por la derecha, por el centro, por la izquierda, el Valencia acosó al Racing, siempre con confianza. Cada vez parecía más difícil pero Soldado volvió a aparecer. El delantero, con mucha movilidad y hambre de gol, dio la vuelta en los últimos cinco minutos. Tras el doblete llegó el 'hat-trick' en dos minutos. Se había hecho justicia pero muy justo de tiempo. Demasiado sufrimiento para el 'tercer' equipo de la Liga. Emery tiene, un año más, un curso en el que no va a tener un día de descanso. Eso sí, ya sabe que puede contar con Soldado.
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