El Real se hizo dueño y señor del partido. El Villarreal tenía mucha posesión de balón, pero todo era plano, llano, sin un solo pico que inquietara al Madrid. Los blancos salieron como catapultas y entonces llegó Cristiano y donde puso el ojo puso la bala. El caso es que 2-0 para el Madrid y el Villarreal sin ver un solo huequecito por donde exhibir su preciosismo, arruinado por el pico, pala y potencia de un rival desatado.
En el buen juego del Madrid influyeron algunas cosas a las que Mourinho se ha resistido durante la temporada un buen número de veces: por ejemplo, a poner a Granero y a Xabi Alonso juntos, en vez de sacar a los dragaminas de Lass o Khedira. Ya reunió a los dos en Santander y el Madrid hizo una exhibición. En la primera parte de ayer, la cosa no llegó a tanto, pero casi, sacando el esférico con rapidez y toque, tanto que las contras se hicieron más letales.
Pero el Villarreal tiene mucho y no es de los se rinden así como así. En la segunda parte salió como un tiro, dispuesto a dejarse el alma en el campo, aunque no le fuera mucho en el envite. Los tres centrales pasaron su factura en una tardía llegada del lateral izquierdo, que no cerró a tiempo, y del lateral derecho, que tampoco pudo evitar el tanto de Cani.
Con el gol, el choque bajó al barrizal. Nervios, empujones, roces y las bobadas de siempre: insultos, insultitos, tacos por aquí, por allá y los jugadores tapándose la boca para realizar las jugadas a balón parado. ¿Por qué lo hacen, porque se lo han visto a los tenistas? Se creen que les van a leer los labios y por radio se las van a chivar a los rivales. De verdad...
El Villarreal atacó más y presionó porque el Madrid cedió dos, o tres puntos en su desesperada presión, pero eso no le llegó para superar a la ordenada defensa de los de Mou, que metió a Ozil y Di María en el campo y siempre apuntó con el fusil a Diego López, que evitó males mayores con alguna que otra parada de mucha enjundia. Hasta que llegó Cristiano y en una nueva falta la coló justo donde apenas había podido meterla en anteriores partidos. Esperaba para igualar un récord histórico.
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