El gol permitió relajarse al equipo de Garrido e incluso disfrutó de opciones para sentenciar el partido, con un mano a mano de Rossi, que paró Ricardo a los 35 minutos. Pero en ese último cuarto de hora fue Osasuna el que encerró a su rival, con balones aéreos, saques de esquina y remates de lejos, a los que les falto puntería y suerte.
La segunda parte comenzó de forma trepidante. Osasuna empezó como había acabado, buscando la portería del Villarreal y la encontró al minuto, tras un córner que remato Vadocz y que puso el empate. Pero no le dio tiempo a saborear la situación al Osasuna, ya que una jugada genial de Cani solventaba los problemas de su equipo. El centrocampista aragonés se encontró un balón en el centro del campo y de primeras y con un disparo preciso, superaba a un adelantado Ricardo.
El Osasuna no desfalleció y siguió encerrando al Villarreal en su área, lo que le permitió lograr un nuevo empate, aunque la jugada quedó invalidada por fuera de juego. Este gol anulado despertó al equipo local, que empezó a tener más presencia en el área contraria. Así, Capdevila anotaba el tercer tanto local en un saque de esquina. Parecía que los locales tenían el partido ya controlado, pero nada más lejos de la realidad, ya que Osasuna seguía dando sensación de peligro y a los 70 minutos Calleja recortó las diferencias.
Con ello el partido volvió a recobrar emoción, con los dos equipos buscando el gol, aunque el premio fue para el bando local, en una nueva acción a balón parado que aprovechó el central Gonzalo para cerrar el encuentro.
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