El primer gol de los nervionenses tardó en llegar y fue el premio al buen trabajo y la paciencia de los primeros minutos. En el minuto 27, una contra conducida por Zokora, abrió para la entrada de Jesús Navas por la derecha y le puso un certero centro a Luis Fabiano que, algún metro más retrasado del punto de penalti, consiguió batir de cabeza a Manu Reina. El Levante sólo inquietó una vez a Palop. Fue en una internada por velocidad de Xisco Muñoz por el flanco izquierdo, aunque llegó sin fuerzas a la portería sevillista.
Antes del descanso, en cuatro minutos, labró el equipo local la goleada en la primera mitad. Primero en el minuto 38, cuando de nuevo un buen córner lanzado por Romaric fue cazado dentro del área pequeña por Escudé, que envió el esférico al fondo de la red. Y después, en el 42, el colegiado Teixeira Vitienes decretó penalti tras un derribo dentro del área sobre Fernando Navarro, pena máxima que anotó Luis Fabiano, llevando el tercer tanto al marcador electrónico del Sánchez Pizjuán.
En la segunda mitad el Levante lo intentó bastante más que en la primera y consiguió premio marcando un gol que despertó a un Sevilla que salió dormido y aletargado en los segundos cuarenta y cinco minutos. Xisco Muñoz aprovechó un pase de Caicedo, que había ganado el balón a la espalda de la defensa, para acortar las largas distancias que existían en el marcador.
Pero el Sevilla lo siguió buscando y encontró el cuarto gol. Luis Fabiano firmó una obra de arte, al recibir de espaldas en la frontal de área levantinista, se dio la vuelta haciéndole un precioso caño a Héctor Rodas y se colocó el balón para su pierna derecha y batir a Manu Reina.
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