Goles Villarreal 4 - Athletic de Bilbao 1

Los primeros 45 minutos fueron rápidos, intensos y trepidantes pero demasiado acelerados y estuvieron marcado por el tanto de cabeza de Llorente a los seis minutos de juego, el primero que recibe el Villarreal en casa en la presente Liga. El equipo de Joaquín Caparrós sacaba así petróleo en su primera jugada peligrosa y se las prometía felices desde su campo esperando matar el partido al contragolpe.
Sin embargo, el tanto aceleró a su rival, que se lanzó a por el empate pero lo hizo nervioso y con poca fortuna en los últimos metros. Rossi en dos ocasiones y Nilmar evidenciaron ese escaso acierto. Ante ese fútbol rápido y eléctrico, el equipo vasco se dedicaba a aguantar atrás y ser muy agresivo en cada pelota dividida, lo que aceleró más el choque y propició que a la media hora sólo hubiera interrupciones, protestas, golpes y tarjetas.
El partido estaba en ese momento como más le gusta al técnico del Athletic Club, que tras desquiciar a todo el mundo esperaba rematar la faena ante los nervios locales. Sin embargo, llegó el premio al mejor juego local, con un cabezazo de Nilmar a los 38 minutos, que liberó al Villarreal y comenzó a acumular varias ocasiones claras de gol, salvadas por Iraizoz que en el último minuto, agobiado por el ataque villarrealense, le regaló a Cazorla el segundo gol.
En la segunda parte fue el Villarreal el que quiso refugiarse en el resultado y esperar los contragolpes para matar el encuentro, lo que propició el Athletic por medio de Llorente y Gabilondo sembrara el pánico en los primeros diez minutos con varias ocasiones que salvó Diego López. Pero el Villarreal reaccionó, adelantó su línea defensiva, alejó al Athletic de su área y empezó a avasallar a su rival.
Rossi gozó de varias ocasiones pero parecía reñido con el gol y Borja Valero ajustó una pelota a la media hora que pegó en el palo. La sensación era que estaba por llegar el gol del Villarreal que iba a sentenciar el encuentro, aunque antes el equipo de Caparrós tuvo el empate en un centro chut de Ion Velez, que salvó en la línea de gol el canario Ángel. Tras ese susto y con los vascos con un jugador menos en el campo el Villarreal por la expulsión de Aurtenetxe Rossi acertó por fin y posteriormente, Montero firmó, en un mano a mano con Iraizoz el último gol del encuentro.