Tras un pequeño susto de Fran Mérida, llegaría el gol de la confianza para el Sevilla. Gran jugada de Perotti por banda derecha, que pone un balón a la espalda de la zaga colchonera para que Negredo, con una preciosa media vuelta, mande el balón al segundo palo con un precioso efecto. Golazo del madrileño y premio para su trabajo en los últimos encuentros.
Pronto amplió distancias el once de Manzano, que estaba comiéndose a su rival, muy agazapado en defensa. Perotti anotó el 2-0 con un disparo lejano tras una ocasión de Kanouté, el balón lo desvió un defensor colchonero, haciéndolo imposible para De Gea. Romaric, cuajaba un buen partido, como hace tiempo que no se le veía, mientras Negredo y Perotti se disputaban el premio de mejor hombre del partido. El descanso llegó con la felicitación en forma de ovación de la parroquia sevillista a los suyos.
En la caseta Quique cambiaba el esquema metiendo a dos delanteros, Diego costa y Forlán, viendo que el trivote planteado estaba naufragando. Pero pronto mató definitivamente el partido el Sevilla. Ante la indolencia defensiva atlética, Negredo cazaba un balón en la frontal para dejárselo franco a Kanouté, que marcaba el tercero con un disparo raso pegado al poste. Los sevillistas eran vendaval que jugaba entre olés de su afición y que, a poco que pisara más el acelerador, podía hundir a su rival con una goleada escandalosa.
El gol Atlético, logrado por Diego Costa tras un buen pase de Fran Mérida calmó un poco las ansias locales. Manzano movía ficha y metía a Luis Fabiano en lugar de un ovacionado Negredo. El Sevilla había bajado el pistón y entregado la pelota a su rival, quizás más de lo que debiera por los acercamientos del Atlético. La entrada de Guarente en el campo en los minutos finales pretendía poner fin a esto. Romaric se marchaba entre aplausos. Los minutos finales, sin trascendencia en ambas áreas.
0 comentarios:
Publicar un comentario