Se esperaba un partido y fue un simulacro. El Barça no dio ni una sola opción al Sevilla que salió al campo como si supiese de antemano que no tenía ni una sola oportunidad.Especialmente en el primer tiempo, el Barça hizo lo que quiso con el Sevilla, que durante los primeros 45 minutos no pasó del centro del campo.
En sólo 24 minutos, el Barça ya había dado la vuelta a la eliminatoria. Konko, en propia puerta, y Messi, que aprovechó un maravilloso pase en profundidad de Xavi para batir por bajo a Palop, ya habían tirado por tierra el único argumento que presentó el Sevilla en la noche de hoy, el 3-1 del partido de ida.
Porque esta noche no ofreció nada. Y eso ante un equipo del Barça, se paga. Y de qué manera lo pagaron los de Antonio Álvarez, que al descanso ya tenían tres en la red. El tercero también fue obra de Messi, que cada año parece ampliar su repertorio. 'La Pulga' se desmarcó como si fuese un nueve y la puso en la escuadra de Palop con la derecha.
Para la segunda parte, con 3-0 en el marcador y con la insultante superioridad del Barça, el único aliciente consistía en conocer el tanteo final y esperar el debut de Villa como azulgrana.
El Guaje salió al campo en el minuto 13 de la segunda parte junto a Iniesta (fueron recibidos como héroes por el Camp Nou) y encajó como un guante en el esquema del Barça. Normal. Después de hacer diabluras junto a ellos en Sudáfrica, la adaptación de Villa al Barça será todo menos una dificultad.
La noche la cerró Messi en una de esas jugadas que sólo Iniesta sabe hacer. Era el tercero del argentino. Un hat-trick que le hacía líder de la goleada y que le daba al Barça una nueva Supercopa, la novena de su palmarés. Un registro con el que deshace el empate a ocho Supercopas que mantenía con el Real Madrid.
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