Falto de argumentos desde el minuto uno y sin llegadas al arco de Kameni, el Barcelona vio cómo el partido se le puso más cuesta arriba si cabía con la expulsión de Alves en el minuto 62 por doble amarilla. Los de Pochettino leyeron de manera impecable el partido y más allá de sumar un punto que les acerca a la salvación, lograron frenar a su eterno rival.
Y es que la ocasión más clara de los visitantes fue nada más comenzar. En el minuto 8, Pedro puso un centro desde la banda derecha que se 'envenenó' y golpeó en el larguero, ésta fue la única ocasión clara durante los 90 minutos del Barcelona. A partir de aquí, el Espanyol llevó el partido a su terreno y a punto estuvo de lograr el premio del gol.
En el último minuto del primer acto, un centro desde la banda izquierda fue rematado por Osvaldo en el segundo palo, pero Valdés se volvió a mostrar providencial y salvó a los suyos de marcharse por debajo en el marcador al túnel de vestuarios.
En el segundo tiempo, el cuadro local siguió con su despliegue físico y acogotó el centro del campo culé. Además, la expulsión de Alves mediada la segunda parte fue otra traba más para un Barcelona irreconocible, sobrepasado por el plus de motivación que imprimieron sus 'vecinos'.
A pesar de seguir comandando la clasificación, el Barcelona da un paso atrás y da a alas a un Real Madrid, que si creía antes que el título era posible, ahora ve cómo las opciones que tras el 'clásico' eran escasas ahora son muchas. Si los de Pellegrini consiguen vencer al Valencia, los dos grandes del fútbol nacional nos ofrecerán cinco semanas más de su trepidante pulso.
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