El 'pirata' fue el autor del primer tanto, que logró de cabeza tras haberla rozado Raúl Albiol. El canterano merengue sacudió los nervios visitantes y los trasladó al bando gallego, que dejó al aire sus carencias defensivas, con Manuel Pablo por el costado izquierdo, a pierna cambiada.
En el centro del campo, el gran Valerón no aguantó más de medio tiempo y pagó muy caro sus pérdidas de balón. Para eso estuvo Xabi Alonso. El tolosarra estuvo de diez y monopolizó el esférico en la medular, donde el Madrid ganó --en buena parte-- los tres puntos.
Con el 0-1, logrado a los 13 minutos, el partido sólo tuvo un dueño y el Deportivo era tímido en ataque, lastimado por las lesiones de Guardado y Filipe. Y por esa constancia acabó llevando el segundo al fondo de las mallas el cuadro merengue. Una jugada de Guti, de las mejores de la Liga, dejó solo a Benzema con un taconazo de ensueño, casi de película.
El francés marcó el 0-2, dio la tranquilidad al equipo y también a él mismo. Todavía faltaba Kaká para completar la fiesta blanca, y es algo que tendrá que esperar. El brasileño sigue sin rayar el nivel que se esperaba, mientras que el galo completó su noche con el tercero.
El ariete, ex del Lyon, aprovechó un pase de la muerte de Álvaro Arbeloa para sentenciar el envite, sobre todo después del gol de Riki, que recortó distancias desde el punto de penalti. Con el 1-2, los de Miguel Ángel Lotina aumentaron su intensidad, pero no sólo no empataron, sino que vieron cómo los de Chamartín acababan de un plumazo con un maleficio intolerable para un equipo de la talla del Real Madrid.
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