Goles Real Madrid 2 - Getafe 0

El Real Madrid superó la primera reválida tras el fiasco de la Copa del Rey y tiró de casta para superar (2-0) al Getafe, en el primer encuentro de la novena jornada de la Liga BBVA, y en el que se reivindicó Gonzalo Higuaín, que con dos goles volvió a reclamar hueco en el once titular.
Los primeros compases del encuentro, en el que las piezas blancas, hoy titulares, no llegaron a causar excesivo peligro al no conectar entre sí en las cercanía del área azulona.
Por su parte, los de Míchel tampoco inquietaron la puerta de Casillas, que blocó las tímidas internadas del ex canterano madridista Roberto Soldado hasta que el delantero valenciano provocó la expulsión de Raúl Albiol mediada la primera mitad, lo que dejó, 'a priori', en cuadro al bloque capitalino.
Sin embargo, esta circunstancia despertó a los jugadores madridistas. Kaká abandonó su desplazamiento en la banda derecha y tomó la dirección desde la mediapunta -su posición natural-, donde llegó a asistir a Benzema, que no acertó en dos claras ocasiones, pero que decantó el partido del lado local.
Mientras, el Getafe soportó incrédulo -cedieron la posesión del balón pese a la superioridad numérica- las continuas embestidas lideradas por el 'carioca', aunque se cerraron los primeros 45 minutos con tablas provisionales, y con la torna de los pitidos ahora hacia el colegiado, que pagó con sus decisiones discutibles la crispación de un público colérico.
En la reanudación, el comienzo arrollador del Real Madrid dejó 'grogui' a los getafenses. Las primeras tentativas, por parte de Lass y de un persistente Benzema, fueron bien repelidas por Ustari, hasta que una conexión entre Marcelo -hoy dispuesto como interior zurdo-, e Higuaín, sirvió para que el albiceleste abriera la lata.
Inmediatamente, una pérdida de Celestini permitió que Benzema dejara libre de marca nuevamente al 'Pipita', al que asistió para que esta vez anotara por bajo. Tras estos tantos, fue el propio Getafe el que parecía herido pese a disponer de ventaja de efectivos en el campo, aunque no llegó a imponerla tras perder el control del balón.
En los últimos minutos del lance, Higuaín monopolizó las nuevas tentativas que fueron desbaratadas por Ustari o por la madera, lo que dejó el marcador inamovible hasta el término del partido, en el que además de reivindicarse el ariete argentino, sirvió para que el propio Pellegrini cogiera aire tras los malos resultados acumulados en las tres competiciones oficiales de los blancos.