El equipo de Manuel Preciado llegó a su estadio con la moral crecida tras la reciente victoria en el Santiago Bernabéu. Y así comenzó, siendo todo un vendaval para un Osasuna que no terminaba de situarse en el campo debido al sistema defensivo asturiano.
Barral y De las Cuevas gozaban de diversas ocasiones aunque no plasmaban en el marcador, gracias sobre todo a las buenas intervenciones de Ricardo, la gran diferencia que había en el juego.
Con el paso de los minutos, el equipo navarro consiguió aplacar el ímpetu sportinguista y bajó el ritmo del encuentro hasta el que le interesaba al conjunto de José Luis Mendilibar. Mediada la segunda mitad y con el Osasuna yendo decidido a por la victoria, David Barral aprovechó un regalo de la zaga osasunista para adelantar a los suyos.
Las entradas en el campo de Eguren y Calleja reforzaron el centro del campo local, aunque no amedrentó a los pamplonicas que siguieron su lucha para rascar un punto del Molinón. Las ganas por conseguir ese empate dejó al descubierto a la defensa del Osasuna y el Sporting gozó de varias ocasiones para ampliar la diferencia en el marcador, aunque el 1-0 resultó inamovible.
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