El preciosismo futbolístico frente a la batalla y el contragolpe. Dos estilos frente a frente. Dos planteamientos balompédicos para gustos bien distintos, pero igual de productivos si permiten lograr el fin de la victoria. La habitual propuesta del Villarreal frente a la brega incombustible de la Real Sociedad. Salió justo vencedor del envite en El Madrigal el toque, las combinaciones y las conexiones interminables de los amarillos ante un buen conjunto realista que vendió cara su derrota. El equipo de Garrido volvió a instalarse en la tercera plaza de la Liga, que le birló temporalmente en la noche del sábado el Valencia, mientras se mantiene el particular pugna entre los dos equipos valencianos por tal posición.La cuestión es que la candidatura villarrealense deja pocos debilidades. Al contrario, pese a las bajas, mantienen sus puntos fuertes. El gol es uno de ellos. Y en eso sigue estando fino Giuseppe Rossi. Hizo doblete con gracias a sus conexiones con Cazorla, que sigue creciendo jornada a jornada, olvidando con fútbol la lesión discal que le fulminó la pasada temporada. Rossi, con sus tantos de ayer, suma once goles en la presente. Sus dianas fueron la fórmula para levantar al Villarreal, que sigue sin conocer la derrota en su estadio, del gol de Aranburu en el primera mitad. Acto en el que la Real ya dejó nota de que llegaba para poner en problemas a los locales en un partido de alternativas para unos y otros. Fue en la recta final del encuentro cuando los donostiarras se espabilaron, aunque sin éxito, de los tantos de Rossi al filo de los vestuarios y en el inicio del segundo tiempo.
0 comentarios:
Publicar un comentario