Pero todo cambió en el minuto 25. Tras una durísima entrada en un balón dividido, Gerard Piqué era justamente expulsado y el partido cambió radicalmente. Pocas veces se ha visto un cambio similar en el guión del partido tras una roja. El Getafe le robó el balón al Barça, que se reagrupó atrás y perdió totalmente su identidad.
Los de Míchel avanzaron líneas y empezaron a presionar al Barcelona muy arriba, dejando una situación casi inédita: ver al Barça defendiendo con fieraza atrás y saliendo al contragolpe.
Las numerosas llegadas getafenses no tuvieron sus frutos y los culés pudieron sentenciar. Un maravilloso pase de Messi dejaba sólo a Ibrahimovic ante Codina, pero el sueco parece haber perdido su olfato goleador y tras superar al cancerbero, su balón lo sacó bajo palos Rafa.
Nada cambió en la segunda parte y Guardiola sorprendió a todos con su primer movimiento táctico. El técnico azulgrana dio un paso atrás al meter a Busquets y retirar a Ibrahimovic, lanzando un claro mensaje de que había que amarrar el resultado y esperar alguna jugada a la contra.
Pero aún así las ocasiones llegaban. Primero fue un gran pase de Andrés Iniesta que dejó solo a Keita pero que el malí falló estrepitosamente. Después, llegó el momento de la sentencia. Messi recogió el balón en el medio campo y quedó demostrado el terror que le tiene la defensa getafense al argentino. Los tres zagueros se fueron tras él como locos en su eslalon, y Leo, astuto, le dejó el balón a Xavi, que no tuvo más que empujar el balón.
El Getafe siguió dominando, pero con nula pegada, y el postrero gol de penalti de Soldado en el descuento no sirvió de nada ante un Barcelona que logró uno de los triunfos más sufridos que se le recuerdan esta temporada.
0 comentarios:
Publicar un comentario