Valencia y Deportivo firman tablas

El Deportivo de La Coruña y el Valencia firmaron tablas (0-0) en un brillante partido en Riazor en el que sólo faltaron los goles, mientras el Atlético de Madrid volvió a decepcionar en su salida a Tenerife y sólo pudo traer un empate (1-1), que deja dudas sobre su futuro, tras la disputa de la decimoquinta jornada de la Liga BBVA.
En la primera parte, el dominio corrió a cargo de los de Miguel Ángel Lotina, que estuvieron liderados por un gran Juan Carlos Valerón, que dirigió a la orquesta coruñesa y por algunos momentos recordó a su mejor época antes de su lesión de rodilla.
Precisamente, fue el canario el que dispuso de la mejor ocasión del duelo cuando en la primera parte conectó un cabezazo que envió el larguero tras el servicio de Adrián. Los ataques de los de Emery se limitaron a jugadas aisladas que generaron peligro gracias al trabajo de un solitario Villa, que echó de menos al lesionado Silva. No obstante, el orden táctico de los valencianistas fue suficiente para atascar a los delanteros del Deportivo. Ambos equipos perdieron la oportunidad de alcanzar al Sevilla, que perdió ayer (1-2) frente al Getafe.
En el Heliodoro Rodríguez López, el Atlético de Madrid logró un empate (1-1) frente al Tenerife en un encuentro en el que los insulares merecieron llevarse los tres puntos ante la falta de ideas de los visitantes que, con este punto, mantienen las dudas sobre su juego y continúan en la zona delicada de la tabla. El conjunto madrileño de nuevo mostró las carencias de toda la temporada, favorecidas por las ausencias de sus dos jugadores en mejor forma, Agüero y Reyes.
Tres minutos necesitó el cuadro de José Luis Oltra para adelantarse en el marcador tras el enésimo fallo defensivo de la zaga atlética, que dejó en manos de Nino el primer tanto. Veinte minutos tardó el Atlético en reaccionar con el gol de Jurado tras una buena jugada que igualó el marcador. La segunda parte dio paso a un encuentro abierto en el que los dos equipos pudieron hacer el segundo tanto. Pero las imprecisiones en los últimos metros dejaron un empate que no convence a ninguno de los dos equipos.
Por otro lado, el Málaga consiguió su segundo triunfo liguero, tras el conseguido en la primera jornada, frente al Mallorca (2-1) en un encuentro agónico donde sobresalió la actuación de Munúa. Aouate, el portero visitante, provocó con un error en su salida el primer gol de los andaluces que logró Fernando. Sin embargo, un fallo en la defensa malagueña supuso el empate de manos de Julio Álvarez. Víctor, con un remate al larguero, pudo colocar el 1-2, pero a continuación Forestieri peinó el balón y batió a un desacertado Aouate.
En el estadio José Zorrilla, el Valladolid se impuso (2-1) al Sporting de Gijón y consiguió un triunfo que se le resistía desde el pasado 25 de octubre. El encuentro, muy disputado, lo decidió el bosnio Mendunjanin, ausente en los últimos partidos, que se reivindicó con una gran jugada. Antes, el Sporting se había adelantado con un gol de Luis Morán, que aprovechó un rechace tras una falta, y Nivaldo había igualado para los pucelanos con un remate en plancha a la media hora de juego.
Por otro lado, 534 minutos después, el Espanyol volvió a marcar y se hizo con la victoria (2-0) frente a un debilitado Almería cuyo entrenador, Hugo Sánchez, está en la cuerda floja. Al igual que el Valladolid, los catalanes volvieron a ganar dos meses más tarde con los goles de los canteranos Márquez y Corominas. Los andaluces demostraron una preocupante falta de ambición y Joan Verdú se convirtió en el dominador absoluto. Los locales, que sufrieron más de la cuenta para conseguir sentenciar el encuentro, llegan a las vacaciones con el ánimo cambiado.
Quien tampoco desaprovechó la oportunidad de llegar al parón navideño con buen cara fue el Villarreal que siguió con su racha de victorias en El Madrigal, tras ganar (2-0) al Racing de Santander. El equipo de Ernesto Valverde fue superior en todo momento a su rival aunque adoleció de falta de pegada en comparación con las ocasiones creadas. Los cántabros pagaron caro su titubeo en algunas fases del partido y cuando quisieron lanzarse al ataque, la ventaja de dos goles de los castellonenses se hizo insuperable.