Ibrahimovic dejó los micrófonos para bajar al vestuario y vestirse de corto, con el número 'nueve' a la espalda. El fichaje récord de los azulgrana congregó a la mitad del Camp Nou pese a que la presentación se retrasó casi dos horas porque no llegaba la confirmación oficial desde Milan del contrato de Eto'o con el Inter de Mourinho.
Una vez en el campo, superando la presentación de Henry, el sueco tocó balón, hizo alguna virgería y deleitó a los aficionados, que se agolpaban en las gradas para ver a su ídolo. El ariete cogió además el micrófono, pero sólo dedicó un tímido 'Visca el Barça', aunque suficiente para ganarse los ánimos de la hinchada al hilo de 'Ibra, Ibra'.
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