El conjunto local se gustaba ante la inoperancia del Hércules y a los veinte minutos llegó el tanto sevillista. Negredo, dentro del área, cedió con el pecho hacia atrás y el croata Ivan Rakitic llegando desde la segunda línea disparaba raso para batir al portero alicantino. Premio a la insistencia local que seguía controlando el partido ante un débil rival que tuvo su primera ocasión a la media hora de juego, aunque el blando remate de Trezeguet lo detuvo sin problemas Javi Varas, que sustituía bajo el arco sevillista al lesionado Andrés Palop.
Tras el paso por los vestuarios, el Sevilla salió lanzado a por el gol que sentenciara el partido pero ni Jesús Navas ni Luis Fabiano lograron acertar, lo que aprovechó el Hércules para estirarse y mostrar mejores argumentos pero sin inquietar demasiado a Javi Varas. El partido entró en un ritmo bajo y ambos equipos veían pasar los minutos esperando algún fallo de las defensas rivales que no llegaba.
La salida de Kanouté a veinte minutos del final revitalizó de nuevo a los sevillistas que buscaban con insistencia el gol de la tranquilidad. Poco cambió el guión hasta el final, ya que el Sevilla seguía perdonando claras ocasiones para sentenciar en las botas de Navas y Negredo, mientras que los alicantinos buscaron con poca fe una oportunidad que pudo llegar a balón parado pero que nunca llegó a concretar.
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